Domar lo Indomable:
Nuestro corazón parece tener vida propia, parece seguir su
propio camino y no el que yo decida, a veces decide amar a una persona que no
estaba en nuestros planes o también puede odiar a alguien que quizás, si lo
pensamos bien, no nos hizo nada, pero no nos cae bien o no somos capaces de
tolerar ciertas actitudes de alguien. Si me enamoro de tal persona no hay “pero”
que valga, no existe nadie más, no vemos a nadie más, no pensamos en nadie más,
aceptemos este amor o no, mi corazón “parece tomar su propia decisión
independiente de la mía…”
(Universos Paralelos de Jorge Drexler).
Algunas de las preguntas que me han surgido referido a este
tema son, ¿Podemos dominar nuestra corazón? ¿Podríamos mi corazón y yo ir por
el mismo camino? ¿Puedo llegar a enfocar todas mis energías y mis emociones en
alguna meta o en alguna persona? Intentaré dar respuestas a estas preguntas en
el siguiente post y me gustaría compartirlo con vos…
El otro día observando a Brunela, una hermosa nena de 2 años
de edad que tengo el agrado de disfrutar como mi sobrina, empecé a pensar lo
siguiente mientras ella tranquilamente (son muy pocos momentos en los que está
tranquila) miraba sus amados dibujos animados... (alerta de spoiler: soy un tío
muy baboso) no podía creer que alguien como ella, tan chiquita me parecía fantástica en todos sus sentidos, me miraba a mí mismo y me sorprendía lo mucho
que quiero a este maravilloso ser, a pesar de no ser para nada fanático de los
niños o no estar acostumbrado al trato con ellos, pensaba que ella nunca hizo
nada por mí, no le debo nada para quererla tanto, es solo una niña como
cualquier otra, me sorprendía la cantidad de tiempo que podía pasar al lado de
ella mirando dibujos, son muy pocas las veces que me pide que la acompañe y
aunque no lo pide lo hago igual, entonces ahí me di cuenta lo asombroso que es el
corazón en este sentido, quiero a una persona que apenas sabe hablar y decir mi
nombre, sin embargo hay otras personas que pueden hacer mucho más que eso y la
pasión con las que las trato no es la misma. Es increíble lo que nuestro
corazón puede sentir por alguien, si yo siento eso por mi sobrina, me imagino
cuanto más lo iré a sentir por un hijo, lo que un padre o una madre siente por
su hijo no tiene límites ¿no es verdad? Dios nos creó a su imagen y
semejanza, si vemos lo ilimitadas que son nuestras emociones por una persona,
nuestra mente jamás llegará a comprender lo que Dios Padre debe amar a sus
hijos y a su creación.
Ahora bien, qué pasa con las emociones que no esperamos
sentir, pero que existen por alguien más, ya sea de amor u odio, los sentimientos que
inesperadamente surgen de la nada y una vez que sucedieron parece imposible
cambiar, empezamos a odiar nuestro corazón por tener estas
emociones que no deseo y/o quiero cambiar y no puedo, y terminan en un
sufrimiento que parece interminable.
![]() |
| Brunella mi hermosa sobrina |
Pero quiero que demos vuelta esta ecuación, ¿que pasaría si
lo pudiéramos controlar?, ¿que pasaría si nuestro corazón nos obedeciera al pie
de la letra?, por ejemplo, imagínate que en la fila de un banco una hermosa chica/o
nos habla ya sea porque se aburrió de estar en la fila esperando, o simplemente
le perecimos atractivos/as… Entonces estoy hablando con esta persona y no puedo
creer que alguien así me esté hablando… que nos impide decirle que la amamos en
ese momento, interrumpir su forzada conversación para decirle que no podemos
creer todo el tiempo que paso sin haber estado con él o ella y que queremos
pasar lo que queda de nuestra vida a su lado… lo sé, ¿parece ridículo no? Me
podrás nombrar un montón de factores y circunstancias para evitar que haga esa
escena tan romántica, pero desacertada en muchas maneras. En este absurdo
ejemplo nuestro corazón no tuvo ni un mínimo espacio para hacer de las suyas,
¿Qué cambio? Nuestra razón empezó a influir en esta situación, comenzamos a
hacer válidos todos estos pensamientos que concluyen en que obrar de esa
determinada manera resultaría en un caos emocional a tal punto de no querer
volver a mostrarnos al mundo. Pero; porque acá nuestra razón tiene un papel
fundamental y en otros momentos no, ¿Es cuestión de práctica? ¿Puede ser la
razón un factor determinante para conducir nuestro corazón? Veamos algunos
puntos importantes para intentar descifrar este problema.
Conocerme a mí
mismo
Conocerme a mí mismo es casi tan o mayor importante que
conocer a otros, si reconozco mis fortalezas y debilidades, mi forma de pensar,
mi temperamento para conducirme en la vida y otras cualidades de mi ser, puedo
llegar a comprender por qué actúo como actúo, porque hasta el día de hoy he
llegado a tomar tales decisiones. Si nos enfocamos en cuestiones del amor, que
cosas me gustan o me gustaría que tuviera la otra persona, qué cualidades
disfruto de ella o el, preguntarse si ¿esta relación realmente cumple con las
expectativas que quería para mi futuro?, etc.
A dónde quiero
llegar
Vivir el día a día no es un consejo para tomarlo al pie de
la letra y en todas sus dimensiones, yo no
tomaría esta forma de vida, si primero no tengo un enfoque o una meta, o
un propósito de vida, el saber para qué estoy en la tierra es un gran
interrogante que por experiencia personal, solo Dios me ha sabido responder,
una vez que conozco ese propósito puedo vivir el día a día, disfrutando de las
pequeñas cosas que ahí suceden, solo así se puede tomar esta filosofía de vida.
Pero volviendo al tema en cuestión, conocer mi finalidad en la vida puede
ayudar a repensar y tomar las decisiones que a veces mi corazón determina,
elegir qué personas pueden estar en mi vida y cuáles no, a que lugares debo ir,
qué persona debo elegir para que me acompañe, etc.
Que debo observar
o prestarle atención
Una básica definición de atención podría ser…“Es una
propiedad del sistema nervioso que dirige las acciones complejas del cuerpo”.
Este concepto puede aplicarse a cualquier tipo de tarea cotidiana como estudiar
o trabajar. La atención implica ignorar ciertos estímulos y captar otros, si lo
llevamos al orden de la vida, estoy hablando de prioridades, hay cosas en tu vida que están sobrando, que están sin
ningún fin específico, cosas que retrasan nuestras finalidades en la vida como
mencioné más arriba, no conozco el caso de cada persona que esté leyendo esto,
pero evaluar a qué cosas le doy importancia, a donde se van todas mis energías
durante el día semana o año, es fundamental porque expongo mi corazón en estas
prioridades. (Proverbios 4:23)
Entender lo más
importante de las personas
En el primer punto te hable de conocernos a nosotros mismo,
que es tan importante como conocer a los demás, estoy hablando de algo tan
importante como es entender a las
personas. Las personas de quienes nos rodeamos y especialmente a quienes consideramos
las más cercanas a nosotros tienen y tenemos un vínculo emocional que nos une,
ya sea un familiar, un amigo o mi pareja, siempre van a causar algún tipo de
efecto sobre nosotros y viceversa, ese vínculo emocional puede ser tan fuerte,
que algo que nos une con tanta fuerza puede separarnos a tal punto de no volver a ver a esos seres queridos y es aquí donde un
pensamiento correcto puede anular cualquier tipo de sentimiento que nos esté llevando
a tomar una decisión equivocada. Cuando discuto o me peleo una persona, que tal
vez me haya hecho daño, el pensamiento que debe establecerse como predominante
es que, “como cualquier persona, puede llegar a equivocarse”. Pensar esto
me ayudará a entender porque la persona hizo lo que hizo, puedo llegar a ponerme
en ese lugar y pensar desde su perspectiva y entender cualquier tipo de equivocación
que se haya cometido contra mí.
Cuidando lo que
más importa
Así como a veces nos preocupamos por cuidar nuestro cuerpo
de mantenerlo en forma y de alimentarlo con los alimentos que nos son
necesarios y fundamentales, nuestro corazón requiere de un cuidado especial. Debemos
cuidar nuestro corazón porque es muy importante para vivir, es nuestro motor
para todas las cosas que hacemos en nuestra vida, de él dependen todas nuestras
emociones que hemos estado hablando. Si quiero tomar buenas decisiones sin que
mi corazón y mis emociones me impidan pensar con claridad, si quiero evitar tener sentimientos por alguien que no queremos, si queremos reaccionar mejor
antes las circunstancias de la vida, debemos prestarle atención, a que cosas entran
diariamente a mi vida, debemos saber que estamos consumiendo en nuestra vida para
pensar como estoy pensando y sentir lo que estoy sintiendo. Si necesito reparar
algo de mi auto, necesito ir con la persona que sabe cómo repararlo, esta
persona sabe que necesita mi auto para funcionar mejor, muchas veces
necesitamos ir a la fábrica en la que se hizo mi auto para arreglarlo porque
nadie va a saber mejor como hacerlo. Vos ya sabes quién te dio un corazón, vos
ya sabes a quien tenes que ir para repararlo si está herido o no está
funcionando como debería. Tenes comunicación directa con ese taller las 24hs,
tenes el manual de cómo debería funcionar y quien es el que mejor lo sabe usar.
Cuando leas la biblia y leas sobre Jesús, debes mirar como era su corazón y
como lo usaba, como recurría a Dios (nuestro taller) las veces que necesitaba. Así
se cuida nuestro corazón, así se lo alimenta.
Logrando un
equilibrio perfecto: Razón y Corazón
Este punto final ya no necesita explicación, el equilibrio
entre la razón y el corazón se va a lograr aplicando los consejos que di
anteriormente, solo quiero resaltar que estos dos elementos no están de casualidad
en el hombre, Dios al crearnos los puso ahí para una finalidad, usar uno más
que otro es incorrecto, aprender a usarlos en conjunto y de forma equilibrada
es tarea de todos los días, los necesitamos a ambos para vivir, no se puede
vivir sin ninguno de ellos.

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Gracias por tomarte tu tiempo para leer esta pagina, espero que sea de bendicion...